“El tigre de la aurora”

En un bosque místico, donde cada criatura poseía su propia magia única, vivía un tigre cuyo pelaje cambiaba de color según sus emociones. Este tigre, conocido como Bruma, era una maravilla para todos los habitantes del bosque. Cuando estaba feliz, su pelaje brillaba con tonos dorados y naranjas; cuando estaba triste, se teñía de azul profundo; y cuando estaba enfadado, se volvía de un rojo intenso.

Bruma era el guardián del bosque, protegiendo a sus habitantes y manteniendo el equilibrio natural. Un día, una gran tormenta amenazó con destruir el bosque. Bruna, con su pelaje resplandeciendo en un arcoíris de colores, reunió a todas las criaturas y juntos encontraron refugio y seguridad.

Después de la tormenta, el bosque floreció más vibrante que nunca, y Bruma fue celebrado como un héroe. Su pelaje, siempre cambiante, recordaba a todos la importancia de las emociones y la conexión con la naturaleza.